Banco Itaú

Desde el verano que estaba tratando de averiguar de que se trataba un cargo automático en mi tarjeta de crédito. Mi ejecutiva me informa que se trata de un contrato de cargo automático externo al banco por lo que el banco no tiene información, entonces le pido que pregunte en Transbank a donde va a parar mi plata. Durante meses no hubo respuesta. Llamé a Transbank, pero me informaron que ellos no atienden público, que todas las gestiones deben hacerse a travez del banco. Vuelvo a insistir con el banco, de nuevo no hubo respuesta.

Además de eso pasó lo del pago automático de Chilectra. Traté de inscribir mi cuenta en Chilectra para que se cargara automáticamente en mi tarjeta de crédito, pero la aplicación durante días no funcionó. Entonces llamé a la mesa de ayuda telefónica del banco, ahí me informaron que la aplicación llevaba como un mes sin funcionar y que ellos (los de la mesa de ayuda) habían enviado muchos emails a los encargados de tecnología del banco. Ahí me enojé.

El banco Itaú tiene un sistema que llaman Agenda Abierta, en que cualquier cliente puede pedir una entrevista con un gerente, entonces pedí una entrevista con el gerente a cargo de tecnologías. Me dieron hora para unas semanas más tarde. Al pedir hora uno debe informar sobre el motivo de la entrevista.

A los pocos días me llega un mail de mi ejecutiva con toda la información del cargo que yo había consultado durante meses. Al recibir el mail tuve la sospecha que mi solicitud había tenido efecto y traté de inmediato de inscribir mi cuenta de Chilectra para el pago automático, por supuesto que con total éxito.

Volví a entrar a Agenda Abierta para eliminar mi solicitud de entrevista, la pega ya estaba hecha.

Esta situación vuelve a reafirmar lo que sostengo: Los funcionarios no sirven para nada, hay que hablar con el jefe para que las cosas funcionen. Ambas cosas debieron haber sido resueltas por los funcionarios ya que en ambos casos otros funcionarios habían pedido que se actuara, ya sea entregando la información o arreglando la aplicación, pero no, la flojera, dejación, e indolencia no les permitió actuar de iniciativa propia, tuvo que pedirlo el gerente para que se hiciera la pega para la que le pagan a la manga de tarados y flojos.