jueves, 1 de octubre de 2009

PAC

Qué hago ahora?

Hace años suscribí un PAC en el banco Itaú para mis teléfonos, donde hace rato no soy cliente, y quiero eliminarlo para suscribir el PAC en mi banco actual, pero no hay forma de eliminarlo, ya no existe mi cuenta corriente del Itaú. Telefónica me dice que ellos no pueden eliminarlo.

A todo esto con Telefónica suscribí la facturación electrónica, y nunca más me llegó la factura porque la envían directamente al SII, pero no me mandan copia a mi. Yo quería bajarlas de Internet, pero como no recordaba mi password no podía entrar, el sistema de recuperación de password envía esta al mail registrado, pero ya no tenía acceso a ese mail ya que era de una empresa de donde salí hace años, entonces me pedían mandar una carta por fax para cambiar el mail. Por fax! Una tecnología del siglo pasado en una empresa de telecomunicaciones. Después de mucho insistir me dieron un mail para mandar la carta, la mandé como 60 veces sin resultados. Pero por suerte tengo un amigo con un alto cargo dentro de Telefónica, hablé con su secretaria, y me cambiaron el mail sin ninguna carta, es más importante tener amigos que tener plata en este país, así que ahora después de dos años por fin tengo acceso a la web de Telefórnica!

Pero sigo sin poder eliminar ese PAC y suscribir el nuevo! Maldita burrocracia nacional! Odio a los "funcionarios" que no funcionan para nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema es que esta empresa esta manejada por españoles...

Anónimo dijo...

Honestamente. Resulta fácil, muy fácil:

-Hacer juicios personales sobre el resto del mundo. Sería interesante organizar un gran campeonato de insultos y elegir cuál es el más humillante y despiadado.

-O jugar a una especie de bulling de la post venta y del control de calidad.

-Pavonearse de tener "buenos e importantes contactos al interior de una empresa X"

-Resulta demasiado fácil ponerse a calificar intenciones o despotricar contra el resto, cual niño narcisista y berrinchudo que siempre tiene la razón.

Pero creo que tambien es bueno preguntarse cuanta responsabilidad tiene la persona quen elige mantener un mal servicio o producto, a pesar de reclamar y no obtener resultados satisfactorios. Eso tambien se llama educación cívica.

Es bueno y mejor informarse por anticipado. Entender qué implicaciones tiene cada decisión que tomamos, en lugar de esperar que el resto del mundo ADIVINE de forma permanente la causa de mi berrinche.

Con esto no quiero decir que todas las empresas son buenas y que todos los funcionarios ineptos se merecen el trabajo que tienen. Las empresas con mala atención terminan perdiendo clientes, si los clientes siguen con esa empresa es porque hay algo que les pueda interesar de esa empresa, a pesar de la mala atención, o bien porque ya sea por falta de iniciativa o cultura o capacidad de negociación, no reclaman donde corresponde.

Creo que hay que entender bien cual es el ámbito de responsabilidad de cada uno. Y lo más importante
nunca es bueno generalizar y sentarse en el trono como un déspota ignorante.

BrujitaJel dijo...

No te queda otra que buscar un amigo con un alto cargo en el Banco Itaú. ;)